El domingo por la noche la fiesta de los juegos habrá terminado y los enérgicos duendes de la natación, el atletismo, la gimnasia, la esgrima, el bádminton, la vela, etc., una vez más retornarán a sus casi desconocidos bosques dejándonos sorprendidos, sonrientes, llenos de fantasías y recuerdos imborrables. Quizás, en esta olimpíada, lo particular de la mágica fuga sea el nacimiento de la Generación E. Y en estado hipnótico hago una regresión en el tiempo hasta el lejanísimo 1985.